Entrevista
a Rufino Díaz Helguera portavoz del grupo Acuerdo por Castro
(1 concejal).
Dice Rufino que estamos peor que hace dos años: económicamente
(impuestos más altos) y socialmente (con menos derechos). Y él lo traduce por:
“mejor, no lo veo”.
Califica la falta de acuerdo entre todos los
grupos en aspectos básicos: sanidad, educación, empleo, vivienda, como el mayor problema de Castro. Según él
estamos a las órdenes de Santander a lo que añade una serie de etéreos agravios
no fácilmente comprensibles.
Da el premio a la mejor virtud a la sociedad
castreña en general, pero advierte que como sigamos así puede ser defecto más
que virtud y que la resignación no puede llevar a nada bueno
A la pregunta de que ocurrió para que se
frustrase su entrada en el equipo de Gobierno se escapa por la tangente, como
casi siempre.
En su
contestación sobre la pervivencia del pacto de gobierno actual, nos quedamos
con las ganas de conocer su pronóstico. Aunque me quedo con las ganas de saber
cómo se puede ser agnóstico ante un tema humano. Desde luego acierta plenamente
cuando dice:“un poco de seriedad no vendría mal”.
Se niega a valorar la oposición de su grupo unipersonal
(él) en la oposición apoyándose, una vez más en disertaciones complicadas sobre
a quién corresponde o no hacer estas valoraciones. Sin caer en la cuenta, una vez
más, que le preguntan a él y sobre él.
Le parece injusto el derribo del Hotel Miramar y
parece optar por su mantenimiento en manos públicas.
Dice no tener soluciones sobre el problema del
botellón. Añadiendo: tendemos a verlo como asunto de una parte de la sociedad, ante el
que actuamos por impulsos. Más allá de titulares, ejercicio de autoridad,
aplicación de normas, intentar esconder o rebotar las conductas…no hacemos
nada. Como yo mismo, que no soy capaz de responder o proponer algo concreto.
A la pregunta de la integración de AxC en el PSOE, dice que lo decidirá, en
su caso, su base social. Aprovecha para
pegar un palito al PSOE y a los partidos políticos en general al decir que la
sociedad va por delante de las estructuras partidistas.
Cuando le preguntan a bocajarro sobre si tiene miedo al juez Acayro nos
somete, Rufino, a otra serie de disquisiciones sobre gigantes y pigmeos y nos
quedamos sin saber si tiene o no miedo a la Justicia.
En cuanto a su tiempo libre, puede hacer lo que crea oportuno y ahí no opino.
Cuando le preguntan por qué decidió entrar en política comienza diciendo: “cosas de joven”… Pero continúa y ahora han
pasado ya a ser cosas de viejo. Dice pensar que el Ayuntamiento, por su
proximidad a la ciudadanía, es el foro adecuado desde el que atender a las
personas y tender a la solución de sus necesidades.
Se refiere a su actividad profesional en el Sector Turístico como lugar al
que le gustaría volver si dejase la política, pero afirma haberla descuidado. Parece
que demasiado tiempo.
Al preguntarle sobre si tiene
algún referente en la política, vuelve a su trasnochado populismo para
responder: “cualquier ciudadano o
ciudadana”
Cuando le preguntan por el
Gobierno de Mariano Rajoy parece recordar, en sus disculpas, su anterior etapa
gobernando con el PP en el Ayuntamiento cuando dice: hay elementos de su –nuestro- Gobierno que, si no miedo, generan cierta
inquietud. Educación (vivir para Wert), Sanidad, Hacienda, Justicia…No digo que
sea sólo responsabilidad suya. Pero cuando la brecha –económica y social- se
agranda día a día, y los ricos –a pesar de la crisis- lo son más, algo no
estamos haciendo bien.
Cuando le piden opinión sobre
la oposición, parece recordar su etapa en el PSOE y su situación actual en el
Ayuntamiento para decir que tienen menos responsabilidad que los que gobiernan
Demuestra
una vez más Rufino, que no debemos olvidar que en la última legislatura fue
capaz de gobernar son El PP y Muguruza. Demostró ser el más listo de la clase,
aunque no el más inteligente, y que aburre su eterna presencia en la política
municipal. Resumiendo, no es lo mismo “vivir para la política” que “vivir de la
política”.
Desde luego, si algo es Rufino es que es muy previsibles.
ResponderEliminarA mi su verborrea me recuerda mucho a los feriantes de las tómbolas y lo digo con todo el respeto a ambos.
Hay tan poca calidad en elenco de ediles que llega a dar el pego, pese a que le conozcamos tan bien.